Vuelve al campus de navidad de Baskonia, una edición más, que se convierte en el pistoletazo de salida para todos los eventos lúdicos-deportivos que la Fundación 5+11 lanzará esta temporada. Son unas fechas especiales para los txikis, por lo que también significa que la edición invernal del campus se convierta en una de las más especiales de la temporada.
Para profundizar más en los detalles, de esta edición de campus, queremos valorar el punto de vista de una de las entrenadoras, sin duda, las personas que más viven estos campus con los participantes son ellos. Los formadores y educadores, que harán de estas dos semanas, días inolvidables.
Por eso, hablaremos con Claudia Cengotitabengoa, no solo entrenadora de nuestros Campus, también forma parte del staff técnico de la Escuela de Baloncesto.
“El campus no es solo entrenar, sino que también implica una convivencia que enriquece mucho a todos los que lo vivimos”, añadió Claudia.
F: ¿Cómo vivís este periodo los entrenadores y entrenadoras?
Lo vivimos con ilusión ya que es una aventura diferente a todo lo que se vive durante la temporada. Es una experiencia intensa y divertida tanto para jugadores como para entrenadores así que lo esperamos con ganas.
F: ¿Cómo planteáis los entrenamientos de estos campus? ¿Qué consideráis que es más importante trabajar esos días?
Como ya he dicho antes, los campus son una oportunidad de trabajar el baloncesto de manera diferente. Así pues, nos gusta plantear los entrenamientos de manera distinta a lo que se puede trabajar a lo largo de la temporada con los equipos.
Consideramos importante estimular un buen ambiente de grupo para trabajar lo que nos gusta, el basket, de manera dinámica.
Lo bueno de estos campus, es que los entrenadores, normalmente conocéis la dinámica porque también participáis activamente en la Escuela de Baloncesto. ¿Qué similitudes y diferencias encontráis entre entrenar escuela y campus?
Efectivamente, la mayoría de entrenadores conocemos la escuela de dentro, por lo que nos conocemos entre nosotros e incluso conocemos a algunos jugadores. Esto sin duda mejora el ambiente y hace que el campus sea mucho más familiar.
La diferencia es sin duda la intensidad. Pues el campus no es solo entrenar, sino que también implica una convivencia que enriquece mucho a todos los que lo vivimos.
F: Este campus vuelve a apostar por dos modelos, por un lado tenemos la línea lúdica y por otro la de rendimiento. ¿Qué te parece que exista esta oferta? ¿Qué beneficios tienen cada una de las líneas?
Siempre hay quien tiene más ganas de implicarse a fondo en el baloncesto y a quién le gusta tomárselo como una manera de divertirse y estar con amigos sin dejar de hacer lo que más le gusta. Por eso me parece una buena opción ofrecer las dos cosas.
Las dos opciones son muy enriquecedoras para los jugadores, sin duda.
F: Cada nueva edición los números de participantes crecen, ¿A qué crees que se debe?
Que los jugadores terminen el campus con ganas de volver es la clave del éxito. Esto lo estamos consiguiendo gracias a la dedicación y las ganas de todos, desde organizadores y entrenadores hasta los jugadores, que son los protagonistas de esta gran experiencia.